La correspondencia que el ministro de propaganda nazi
enviaba a sus enamoradas se subastò.
Las cartas no solo revelan sus aventuras
amorosas,
también demuestran que era un tirano en potencia,
especialista en
tácticas de seducción
que luego utilizaría con el pueblo alemán.
Josehp Goebbels fue un Don Juan. Su
aventuras amorosas eran bien conocidas, por escandalosas e indebidas. Siempre
quiso separarse de su mujer, Magda, pero Hitler nunca se lo permitió, pues su
divorcio sería nefasto para la imagen de los nacionalsocialistas. El Führer
incluso obligó a Goebbels a separarse de su amante y decretó que el matrimonio
continuara y que Magda siguiera representando el papel que ella misma había
escogido de esposa y madre alemana ejemplar.
Aunque Goebbels no era
atractivo, si era poderoso y con su impresionante capacidad oratoria, con la
que igualmente ganó masas para la causa nazi, siempre conquistó mujeres, entre
las cuales se encontraban famosas actrices y cantantes de la época.
CARTAS
Y POEMAS.-
La prueba de sus dotes como
conquistador la tenemos ahora en la colección de cartas de amor de juventud que
una casa de subastas de Connecticut, Alexander Historical Auctions, vendiò el pasado septiembre en Stamford.
Las cartas, además de amoríos,
revelan características de la personalidad de Goebbels, que tanta influencia
llegaría a tener en la Alemania del Tercer Reich. Además, las misivas dan una
visión de las artes de engatusamiento que Goebbels ensayó con jovencitas
universitarias y después aplicaría a la seducción ideológica de toda una nación.
La colección de cartas "muestra cómo
este simple estudiante universitario, tímido y enamorado, encontró en la
radicalización una forma de destacar en su entorno, dando alas a su romanticismo
hasta despegarse del sentido de la realidad, pero con un efecto evidente sobre
sus objetivos".
Además de las cartas, también
se subastaron trabajos universitarios, ensayos escolares "y mucha
información para los que quisieran escudriñar en la mente de este hombre que
se convirtió en un lunático"..
Aunque las cartas son
reveladoras y pueden ayudar a entender uno de los cerebros más importantes
detrás del movimiento nazi, la subasta no fue bien recibida por todos. Las
asociaciones de supervivientes del nazismo consideran que este tipo de
documentos deberían ser donados a instituciones históricas de investigación sin
objetivo de lucro y advierten que en una subasta abierta corren el peligro de
caer en peligrosas manos.
Algunos consideran que estas
cartas en realidad no aportan muchas novedades, pues para todos era un hecho
conocido que Goebbels fue un hombre enamoradizo. En su diario personal,
incluso, dejó constancia de la más fatal de sus atracciones, su proceso de
enamoramiento de Hitler, al que terminó sirviendo con auténtico y sincero
fervor. "He estado hablando con él durante tres horas y es capaz de
hacerme dudas de mis propias opiniones. No estoy de acuerdo, le hago preguntas
y él me devuelve respuestas irresistibles. Lo amo", escribió.
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