"En el futuro todo el mundo
será famoso durante 15 minutos".
Aquellos (as) que como yo, conocemos la
obra de este gran ilustrador comercial, ya saben de quien es la frase con la
que he querido comenzar esta nota. Conocí a Andy Warhol por causalidad en mi
adolescencia cuando comencé con mis estudios de publicidad y me interese aún
más, es decir, me encarreté de él cuando inicié mi trabajo como bocetista
de páginas amarillas en Publicar S.A.
Andy Warhol, fue artista plástico y
cineasta, desempeñó un papel crucial en el nacimiento y desarrollo del pop
art. Tras una exitosa carrera como ilustrador profesional, Warhol adquirió
notoriedad mundial por su trabajo en pintura, cine de vanguardia y
literatura, notoriedad que vino respaldada por una hábil relación con los
medios y por su rol como gurú de la modernidad. Warhol actuó como enlace entre
artistas e intelectuales, pero también entre aristócratas, homosexuales,
celebridades de Hollywood, drogadictos, modelos, bohemios y pintorescos
personajes urbanos.
Andy Warhol amaba el cine. Casi tanto como
las superstrellas y las fiestas. Lo amaba porque
le permitía convertirse en un intruso y explotar su fascinación por
la vida ordinaria de quienes lo rodeaban. Muchas de sus
cintas parecían tener un objetivo muy claro: aburrir al espectador.
Un hombre que duerme por horas, protagonistas que parecen
estatuas, monólogos sin principios ni fin y el empire state desde un
mismo plano durante siete horas son los temas de algunas de sus películas.
Para Warhol, la monotonía y la ausencia de
estructura narrativa producían una experiencia reveladora en al audiencia:
"Cuando nada pasa, tienes la posibilidad de pensar en
todo", explicaba. Estas películas también se conservan como una
evidencia de la vida de su famosa Fábrica la versión
"warholiana" de un taller florentino. U mundo de creación y excesos,
recubierto en papel de aluminio plateado,y regido a la perfección por el
artista.
Warhol había sellado años antes su pacto con la fama, cuando convirtió
en tema de su obra las grandes obsesiones de la clase media norteamericana.
Celebridades, accidentes espectaculares y hasta los criminales más buscados
protagonizaron sus series de producción masiva, haciendo de la obra de arte,
cual lata de sopa Campbell´s, el último negocio. Pero su peculiar mirada
sobre el cine y la estética en general sirve igualmente
para comprender que, tal vez, su más elaborada creación no sea otra que sí
mismo: la figura del artista superestrella.
Eso garantizó que aquella frase de su autoría,
"In the future everyone will be famous for 15 minutes", pudiera aplicarse para muchos pero nunca para él.
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