martes, 25 de septiembre de 2012

El nobel de literatura de 1998, el portugués JOSE SARAMAGO, tenía una manera formidable de hacer comprender una realidad huidiza,


con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía.

La siguiente es un ejemplo muy típico de él y muy real… fuertemente real.



" Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje.

Sí. ¡Eso es!

Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... EL MÁS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenece a la vida, al destino y a sus propias familias.
 

Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos. "

domingo, 23 de septiembre de 2012

La felicidad es un viaje, no es un destino. ¿ Porqué no disfrutamos el proceso?????

Porqué estamos en este universo?????
Para què??? Para sufrir en este valle de làgrimas???? Para nacer, reproducirnos y morir??? Vinimos a recoger y coleccionar cosas??? Y què nos llevamos de este mundo??? Vivimos para tener fama, riqueza y poder??? Y al final, una vez cremados, no cabemos acaso en una pequeñisima urna funeraria??? No creen ustedes que, siendo los seres que tenemos conciencia de tener conciencia, vivimos para apreciar y cada dìa descubrir nuestra realidad esencial y gozar en el despliegue de este universo maravillo????

Creo que tenemos el derecho y la obligaciòn de ser felices. Si, sè que me metì en camisa de once varas. Claro,  no se trata de virvir en una burbuja. Estamos situados en un espacio y en un tiempo determinados, con todo lo que ello significa. La felicidad no es la ausencia de problemas, ni de enfermedades, ni de creencias.

Distingamos primero entre placer y felicidad. El placer eres el gusto, el goce, la sastisfacciòn que nos causa algo que está fuera de nosotros: la pareja, el sexo, los bienes, el poder, la fama, el dinero y aun una pieza musical, una obra de arte, un atardecer, el abrazo de un nieto y miles de cosas más. Hay quienes gozan con el mal de otros, o asesinando o haciendo sufrir. El placer se agota con el objeto que lo causa, como una vela que se consume a sí misma cuando se enciende. Bien. Si el placer causa un gozo momentáneo y nos lleva a un deseo compulsivo de la repetición, del atesoramiento, de la apropiación, su ausencia  o perdida nos desequilibra, nos entristece, nos hace infelices.

No es malo sentir placer, gozo, disfrute. Lo grave es creer que esa es la felicidad, y buscar obsesivamente los objetos de placer. Entonces , ¿ qué es la felicidad?

Digamos primero que la felicidad no tiene causa exterior, no tiene objeto que proporcione. La felicidad es un  estado de realización interior. Es la paz interior y la sabiduría que nace del asentamiento en el ser esencial.

La felicidad es un viaje, no es un destino.
 ¿ Porqué no disfrutamos el proceso?????

jueves, 20 de septiembre de 2012

El más querido de los sentimientos pero también es el más difícil




EL AMOR; Hemingway, Flaubert, Wilde y Balzac escribieron las más dulces y apasionadas cartas a sus enamorada(o) y que mejor ahora para saber como sentían esos hombres... Igual que los modernos, analicemos pues... SOÑEMOS pues...

1.      De Gustave Flaubert

“La próxima vez que te vea te cubriré con amor, con caricias, con éxtasis. Te atiborraré con todas las alegrías de la carne, de tal forma que te desmayes y mueras. Quiero que te sientas maravillada conmigo, y que te confieses a ti misma que ni siquiera habías soñado con ser transportada de esa manera. Cuando seas vieja, quiero que recuerdes esas pocas horas, quiero que tus huesos secos tiemblen de alegría cuando pienses en ellas”.

2.      De Oscar Wilde

“Mi niño,
Tu soneto es encantador, y es una maravilla que esos labios tuyos, rojos como pétalos de rosa, estén hechos tanto para la locura de la música y las canciones como para la locura de besar. Tu delgada alma dorada camina en el medio de la pasión y la poesía. Sé que Jacinto, a quien Apolo amaba con tanta locura, era tú en los tiempos de Grecia. ¿Por qué estás solo en Londres, y cuándo vas a Salisbury? Ve allá a enfriar tus manos en el Crepúsculo gris de las cosas góticas, y ven aquí cuando quieras. Es un lugar encantador en el que solo faltas tú; pero ve a Salisbury primero.
Siempre, con imperecedero amor, tuyo”.

3.      De Ernest Hemingway

"Mi querido pepinillo,
Salgo en el barco con Paxthe, Don Andrés y Gregorio y estoy afuera todo el día. Luego regreso con la certeza de que habrá una carta o varias. Y tal vez las haya. Si no hay, estaré triste y esperaré hasta la mañana siguiente. Pensaré que no habrá nada hasta la noche.
Escríbeme pepinillo, si fuera un trabajo que tienes que hacer lo harías. Es muy duro estar aquí sin ti y lo estoy haciendo pero te extraño tanto que podría morir. Si algo te pasara moriría de la misma forma que un animal muere en el zoológico si algo le pasa a su pareja.
Mucho amor, mi querida Mary. Debes saber que no estoy siendo impaciente, estoy simplemente desesperado”.

4.      De Lewis Carroll        

“Mi queridísima Gertrude:
Te sentirás apenada, y sorprendida, y desconcertada, de oír la extraña enfermedad que me aqueja desde que te fuiste. Llamé al doctor y le dije “Deme medicina, pues estoy cansado”. Él me respondió: “¡Tonterías! Usted no quiere medicina: ¡vaya a la cama!”. A lo que le repliqué: “No, no es el tipo de cansancio que quiere cama. Estoy cansado en la cara”.
Él me dijo: “Cree que sean los labios”. “Por supuesto –dije–. ¡Eso es exactamente lo que tengo!”. Me miró con gravedad y dijo: “Creo que usted ha estado dando demasiados besos. “Bueno –dije–, sí le di un beso a una amiga mía”.
“Piense otra vez –me dijo–; ¿está seguro que fue solo uno?”. Lo pensé otra vez y dije: “Tal vez fueron once”.  Así que el doctor dijo: “No le debe dar más hasta que sus labios descansen”. “Pero qué se supone que haga –dije–, porque mire, le debo 182 más”. Me miró con tanta gravedad que las lágrimas se le escurrieron por las mejillas y dijo: “Podría enviarlos en una caja”.
Entonces me acordé de una pequeña caja que alguna vez compré en Dover, y pensé regalársela a una niña o a otra. Así que los empaqué todos con mucho cuidado. Cuéntame si llegan a salvo o si se pierde alguno en el camino”.

5.      De Balzac

"Mi amado ángel,
Estoy loco por ti: no puedo unir dos ideas sin que tú te interpongas entre ellas. Ya no puedo pensar en nada diferente a ti. A pesar de mí, mi imaginación me lleva a pensar en ti. Te agarro, te beso, te acaricio, mil de las más amorosas caricias se apoderan de mí.
En cuanto a mi corazón, ahí estarás muy presente. Tengo una deliciosa sensación de ti allí. Pero mi Dios, ¿qué será de mí ahora que me has privado de la razón? Esta es una manía que, esta mañana, me aterroriza.
Me pongo de pie y me digo a mí mismo: “Me voy para allá”. Luego me siento de nuevo, movido por la responsabilidad. Ahí hay un conflicto miedoso. Esto no es vida. Nunca antes había sido así. Tú lo has devorado todo.
Me siento tonto y feliz tan pronto pienso en ti. Giro en un sueño delicioso en el que en un instante se viven mil años. ¡Qué situación tan horrible!  
Estoy abrumado por el amor, sintiendo amor en cada poro, viviendo solo por amor, y viendo cómo me consumen los sufrimientos, atrapado en mil hilos de telaraña.
O, mi querida Eva, no lo sabías. Levanté tu carta. Está frente a mí y te hablo como si estuvieras acá. Te veo, como te vi ayer, hermosa, asombrosamente hermosa.
Ayer, durante toda la tarde, me dije a mí mismo: “¡Es mía!”. Ah, ¡los ángeles no están tan felices en el paraíso como yo lo estaba ayer!".

6.      De Nathaniel Hawthorne

"Mi querida,
Me gustaría tener el don de hacer rimas, porque a mi parecer hay poesía en mi cabeza y en mi corazón desde que estoy enamorado de ti. Tú eres un poema. ¿De qué tipo? ¿Épico? Que se apiaden de mí, ¡no! ¿Un soneto? No; porque es demasiado elaborado y artificial. Tú eres una especie de balada dulce, simple, alegre y patética, cuya naturaleza es el canto, a veces con lágrimas y otras con sonrisas, y en ocasiones con una mezcla de sonrisas y lágrimas".

7.      De Víctor Hugo

"Mi adorable y adorada,
Me he estado preguntanto si tal felicidad no es un sueño. Me parece que lo que siento no es terrenal. Todavía no logro comprender este cielo sin nubes. Toda mi alma es tuya. Mi Adele, por qué no hay otra palabra para esto aparte de ‘alegría’ ¿Es porque el discurso humano no tiene el poder de expresar tanta felicidad?  Temo que de repente despierte de este sueño divino. ¡Oh! ¡Ahora eres mía! ¡Por fin eres mía! Pronto, en unos meses, tal vez, mi angel dormirá en mis brazos, despertará en mis brazos, vivirá ahí. ¡Todos tus pensamientos, todo el tiempo, todas tus miradas serán para mí; todos mis pensamientos, todo el tiempo, todas mis miradas serán para ti!
Adiós, mi ángel, mi amada Adele. ¡Adiós!
Todavía estoy lejos de ti, pero puedo soñar contigo. Pronto, quizás, estarás a mi lado.
Adiós; perdón por el delirio de tu esposo que te abraza y que te adora, tanto en esta vida como en la otra".

8. De James Joyce

"Tú eres mi amor. Me tiene completamente en tu poder. Sé y siento que si en el futuro escribo algo bueno y noble debo hacerlo solo oyendo las puertas de tu corazón. Me gustaría que mi vida transcurriera a tu lado, hasta que nos convirtamos en un mismo ser que morirá cuando llegue el momento".

8.      De John Keats

"Mi dulce Fanny,
¿Tú temes, a veces, que yo no te quiera tanto como tú lo deseas? Mi querida niña, yo te quiero siempre y sin reserva. Entre más te conozco más te quiero. De todas las formas posibles, incluso mis celos han sido agonías de amor. Yo habría muerto por ti. Tú siempre eres nueva. El último de tus besos siempre es el más dulce; la última sonrisa, la más brillante; el último movimiento el más elegante.
Cuando pasaste por mi ventana ayer, sentí tanta admiración como la primera vez que te vi. Incluso si no me quisieras no podría evitar sentir una completa devoción hacia ti: así que me siento profundamente enamorado al saber que me amas.
Mi mente ha sido las más descontenta e inquieta y se ha puesto sobre un cuerpo demasiado pequeño. Nunca había sentido que mi mente reposara con absoluta alegría, como me ocurrió contigo. Cuando tú estás en el cuarto mis pensamientos nunca se van por la ventana: tú siempre haces que todos mis sentidos se concentren".

9.      De Goethe

"No puedo evitar amarte más de lo que es bueno para mí. Me sentiré feliz hasta que te vea otra vez. Siempre soy consciente de mi cercanía a ti, tu presencia nunca me deja. Adiós a ti, a quien amo mil veces".

Son creaciones  ÚNICAS que salieron del alma, son las demostraciones de amor y pasión que por muchos años han hecho soñar a los enamorados basándose en una de tantas realidades de estos grandes literatos donde dieron a conocer  su corazón con una verdad tan oculta que la gritaron: AMARON.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

141.Algo he aprendido en mi larga vida:


 que todos nuestros saberes, contrastados con la realidad, son primitivos y pueriles; y, sin embargo, es lo más valioso que tenemos.


내 긴 수명에서 배운 일 :
모든 지식은, 현실과 대조, 우리가 가지고있는 가장 가치있는 일이 아직 원시적하고 유치하며, 것을.

jueves, 6 de septiembre de 2012

140.Cuando a Albert Einstein le preguntaron,





 qué armas se emplearían en la tercera guerra mundial contesto: ” No lo sé, pero en la cuarta se usarán palos y piedras”

Ojalá la escucharan sus 30 millones de seguidoras


Anastasia como mujer, no solo es construida desde una posición de inferioridad física e intelectual con respecto al hombre sino que existe y vive gracias al hombre y se siente validada cuando la valida el hombre. “¿Por qué eres tan insegura?”, le pregunta Christian Grey a Anastasia. “No deja de asombrarme. Eres una mujer joven, fuerte, independiente, pero tienes una muy mala opinión de ti misma”.

Si estoy hablando de Anastasia Steele y Christian Grey, los conocemos por su relación poco común, hemos visto sus vidas en la trilogía descrita como “un Crepúsculo para adultas”  de la escritora inglesa E.L. James.

Es el fenómeno de la literatura erótica moderna, la autora reconoce que se inspiró en la saga de vampiros de Stephenie Meyer para escribirla. Y es que ambos fenómenos editoriales tienen, a fin de cuentas, el mismo conflicto y los mismos protagonistas: una mujer aniñada y acomplejada que, a pesar de sí misma, termina en un romance con un hombre fuerte y poderoso que, a pesar de sí mismo, podría hacerle mucho daño, el papel del sumiso y del amo.

No pretendo hacer una apología ni una reflexión política de esta experiencia, hay obras maravillosas, verdaderamente oscuras y literarias, escritas por mujeres y sobre mujeres que encuentran el placer en la humillación y sumisión sexual, como La historia de O de Pauline Réage y La pianista de Elfriede Jelinek, novelas ambas que plantean la pregunta sobre la felicidad de la sumisión.

Sin embargo sorprende lo que escandaliza a Anastasia y lo que no la escandaliza: que solo vea la violencia en el azote y no en la dinámica de su relación. “En el fondo”, dice ella, “lo que me tira para atrás son las varas y los látigos”. No la inmuta la condescendencia con que la mira Grey, ni el miedo que le da ni las amenazas que le hace.

En Crepúsculo, el vampiro Edward Cullen tiene poderes sobrenaturales y, si bien aparenta 17 años, en realidad ha vivido más de cien. Christian Grey, por su parte, tiene poder económico y parece, según Anastasia Steele, “un viejo precoz”. Ambos advierten a las protagonistas lo peligrosos que pueden ser –el uno por vampiro y el otro por sus oscuras prácticas sexuales– y ambos salvan a las jóvenes de morir en un momento dado.

¿Qué puede significar que 'Cincuenta sombras de Grey' sea el libro para adultos más vendido de todos los tiempos y que su protagonista, Anastasia Steele, sea considerada por innumerables medios y lectoras como “una voz significativa de generaciones de mujeres”?

Anastasia Steele, de 21 años, dice “sexo” y se ruboriza. En Cincuenta sombras de Grey, la protagonista de la trilogía que ha vendido 30 millones de ejemplares en todo el mundo, la joven que, según distintos medios, “se está volviendo una voz significativa de generaciones de mujeres”, se describe así: “Soy torpe, desaliñada y no soy rubia… La inseguridad me mortifica… Me miro en el espejo y frunzo el ceño, frustrada”.

Al inicio de la historia es virgen. Nunca se ha emborrachado ni masturbado y básicamente considera que cualquier persona es mejor que ella: su amiga Kate, quien no sólo tiene un Mercedes y no un Volkswagen Escarabajo como ella sino que además es guapa, fuerte y convincente; las rubias y vigilantes que trabajan en la empresa de Christian Grey, y, por supuesto, el mismo Grey, el hombre más hermoso del planeta, demasiado hermoso para ella.

Para Anastasia, Grey es “todo un Macho Alfa… Sorprendentemente fuerte, musculoso… Un mega triunfador… Un maniático del control seguro de sí mismo”. Él tiene brillantes ojos grises, perfilados y sensuales labios, dientes blancos y perfectos, unos dedos muy largos y, por supuesto, lo que no podía faltar: un miembro largo, duro y blando a la vez.

Descritos los personajes, podemos condensar la trama de Cincuenta sombras de Grey, el primer volumen de la saga de la inglesa E.L. James; de la siguiente manera aquí vale la pena recordar que el libro ha sido descrito por The Daily News como una “exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje”:

- La joven literata Anastasia Steele entrevista al joven billonario Christian Grey para un periódico universitario. Ella queda fascinada y se pregunta por qué: “¿Porque es guapo, educado, rico, poderoso?”.

- Christian la busca –por momentos la persigue– y le “salva la vida” un par de veces.

- Anastasia se pregunta una y otra vez si un hombre como Christian podría interesarse en una mujer como ella. Esta duda se debe en gran parte a que Grey la mira con una expresión impenetrable constantemente, en ocasiones dos veces por página.

- Christian invita a salir a Anastasia –la lleva, por ejemplo, de Portland a Seattle en un helicóptero– al tiempo que le aconseja mantenerse alejada de él porque sus gustos son muy peculiares.

- El misterio sobre los gustos y “la oscuridad” de Grey finalmente se devela: el joven es un “amo” y quiere que Anastasia sea su “sumisa”.

- Anastasia lee sobre sadomasoquismo en Wikipedia. Se pregunta si es una sumisa y si está capacitada para ofrecerle a Grey su sumisión total. Él, por su parte, intenta convencerla: “Si fueras mi sumisa no tendrías que pensar”.

- Anastasia, entre tanto, pierde la virginidad. Según ella, “hace el amor” con Christian. Según Christian, “follan duro”.

- Y si bien Christian es “la primera vez” de Anastasia, también Anastasia es, de otro modo, la primera vez de Christian (y esto es lo que le da el toque romántico a la historia): la primera mujer con la que él amanece, la primera mujer que presenta a su familia, la primera mujer que sube a su helicóptero.

- Anastasia decide ser “sumisa”. Vienen varias escenas de sexo (todas muy bien logradas por la autora) en las que ella es una auténtica marioneta y él es el maestro titiritero.  

- Anastasia decide dejar a Christian luego de que él le pega seis latigazos en la espalda bajo su propio consentimiento. Termina el libro pensando que el dolor de dejarlo es mucho peor que el dolor de la flagelación.   

Pongamos a un lado, por un momento, lo que ocurre en la cama y centrémonos en la manera como se relacionan Anastasia y Christian, en lo que narra y piensa ella cuando está con él. Algunos ejemplos: “Siempre me pregunto si soy digna de él… Él me mira entre divertido y condescendiente… Me amenaza en un tono moderado… Me das miedo cuando te enfadas… Me aterra demostrarte algo de afecto por si me riñes o, peor aún, me pegas”.

Así mismo, Anastasia jadea involuntariamente cuando ve al hombre y se siente como una niña descarriada cuando él la regaña. Y la regaña con frecuencia: cuando no come, cuando anda con el pelo mojado, cuando maneja el Volkswagen y no el carro último modelo que le regala. Christian pide por ella en los restaurantes y mil veces le exige no morderse el labio porque el gesto lo excita. Una y otra vez ella obedece y a ninguno de los dos se les ocurre nunca que Grey podría, digamos, echarse agua fría en lugar de pedirle que deje de morderse.

Y yendo ahora a la cama, al “juego erótico de alto voltaje”, y reiterando que las escenas de sexo están muy bien narradas, vale la pena hacer mención de los límites infranqueables que Grey y Steele acuerdan en el contrato que los vincula como amo y sumisa: actos con fuego, corriente eléctrica, orina, defecación, excrementos, agujas, cuchillos, perforaciones, sangre e instrumental médico ginecológico; actos con niños y animales; actividades que puedan dejar marcas permanentes en la piel o que impliquen control de la respiración.

Bajo el contrato, entonces, lo que le hace Christian a Anastasia es lo siguiente: le amarra las manos con su corbata en un momento, le venda los ojos y le pone unos audífonos con música clásica en otro, le mete muy despacio unas bolas de plata, le pega suavemente en las nalgas y el clítoris y, al final, en la última escena, le da los seis latigazos antes mencionados.

Por su pasado y prácticas sadomasoquistas, Anastasia considera que Christian no es normal: lo llama monstruo, depravado y pervertido. Pareciera pues que, a la hora de investigar en Wikipedia sobre la dominación y la sumisión, la joven no leyó que, desde hace años, el sadismo y el masoquismo dejaron de ser considerados perversiones o trastornos mentales desde la clasificación clínico-psiquiátrica. Pero también hay que decir que lo que hacen Anastasia y Christian, y con excepción de la última escena, no es sadomasoquismo. Una creatividad mínima en la cama –cualquier posición distinta al “misionero”: arrodillarse para hacer sexo oral, tener los ojos tapados o las manos amarradas– no es sadomasoquismo.

Que sea este un momento para traer a colación la pregunta  que una periodista del Today Show le hizo hace poco a E.L. James –“¿Considera que su libro es revolucionario?”– y la respuesta que la autora dio: “No, en lo absoluto”.
Entonces…
 ojalá la escucharan sus 30 millones de seguidoras.