miércoles, 14 de septiembre de 2011

中秋黨或“ - La fiesta de medio otoño o "zhongqiujie",


El otro día cuando estábamos en un pequeño conversatorio surgió Yang Xiao, un profesor de origen chino hablando de una festividad de su país, la cual, se perderá este año pues no pudo viajar para esa fecha. Nos hablo de una gran celebración familiar  que acontece el decimoquinto día del octavo mes del calendario lunar, en el que la luna brilla con mayor intensidad y cuando la estación otoñal está a mitad de concluir.
Es  la fiesta de medio otoño o "zhongqiujie", noche en la que los chinos admiran la luna, se reúnen en familia, y compran y regalan los tradicionales pasteles de luna o "yueping". Este año fue  en la noche del lunes 12 de septiembre.
Nos empezó a relatar en un perfecto coreano la historia: En la antigua China, durante este festival se agradecía a los dioses y se rogaba por una buena cosecha durante todo el año; los antiguos mandarines acostumbraban contemplar la luna durante la noche, y recitar poemas y cantar canciones.
Ellos le cantaban a Chang'e, esposa de Hou Yi, que según la leyenda habita en la luna desde que se bebió el brebaje que la reina de los mundos celestes regaló a su esposo por haber extinguido nueve de los diez soles que había en el mundo y que, afectaban la cosecha de la tierra.
El brebaje, que hubiese vuelto inmortal a Hou, causó que Chang'e abandonara la tierra y se quedara en la luna para siempre, junto a un conejo de jade que vive preparando medicinas y Wugang, leñador que, al buscar ser inmortal, ofendió a los dioses y fue castigado a permanecer ahí cortando un árbol que nunca deja de crecer.
Así fue como Chang'e se convirtió en la diosa de la luna y es a la que los chinos, hasta nuestros días, cantan y admiran en una fiesta que a lo largo de los años se ha convertido en una reunión familiar, en la que además no puede faltar los "yueping".
Los tradicionales pasteles de luna son el anunció de la llegada y símbolo de esta fiesta.
Durante esta fecha los mercados y tiendas se llenan de cajas de "yueping" de variedad de precios y tamaños para satisfacer a sus clientes que, a pesar de que este año el gobierno chino les ha gravado con un impuesto, no dejarán de comprarlos.
El impuesto varía dependiendo del precio de cada uno de éstos y se deduce al sumar el costo del "yueping" al salario de cada ciudadano chino.
Los "yueping" son de distintos rellenos y sabores, los hay de fruta, de nueces, de soya roja, de yema de pato, de chocolate, de sésamo, de jamón y de muchos otros sabores; las cajas en las que guardan estos pasteles también son de muchos modelos y, en muchos casos, más costosas que los propios dulces.
Los "yueping" se venden en cajas, que pueden alcanzar precios astronómicos, pero también se venden por unidad, costando los más baratos entre de 3 y 5 yuanes (0,46 y 0,78 dólares).
"Yo suelo pasar la fiesta con mi familia y comer Yuebing, aunque este año, como estoy lejos tendré que mirar la luna solo y recibir las cajas por correo", relató Yang Xiao, algo nostálgico por no poder pasar, la noche del 12 de septiembre, día en el que este año se celebro el festival de medio otoño, con su familia”.
"La gente se siente a veces feliz,
a veces triste, se separa y se reúne,
como la luna, de forma redonda a creciente
, de creciente a redonda.
Ojalá todos puedan observar la luna juntos,
a pesar de que estén lejos",
reza el poema del gran Su Shi (1037-1101) en honor a la luna y a la unión familiar.

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