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Hace ya muchos años, antes del descubrimiento del   Nuevo Mundo o quizás antes de la Era Cristiana, también en América habitaban   culturas y civilizaciones superiores. Y no se radicaron únicamente en México y en el Perú.   Se desarrollaron en Colombia y entre sus valles y montañas imprimieron su   talento. Ahí escondieron a la posteridad sus adelantos. En lugar seguro   decidieron conservar sus riquezas, pusieron en práctica sus adelantos   arquitectónicos y en los más espaciosos lugares   subterráneos dejaron descansar a sus queridos muertos. Construyeron tumbas y   tallaron en piedras monumentales la imagen de sus dioses. Con el cincel y el   martillo rindieron homenaje a los animales y copiaron en las rocas lo que más   les agradó de la naturaleza.|  |  | Municipio de San Andrés de Piscimbala | 
 
Más de  1950   años después, un grupo de arqueólogos se encarga de desentrañar su cultura.   Encuentran sus tumbas a muchos metros de profundidad y profanan con el mayor   de los respetos sus lugares sagrados. Descubren sus restos y sobre ellos   empiezan a desenredar, hasta donde es posible, la historia, las creencias y   las costumbres de esta antigua civilización.|  |  | Gradas en descenso para entrar a tumba | 
 
El lugar   se llama Tierradentro y está localizado en el tranquilo municipio de San   Andrés de Piscimbala. Un pueblecito en donde sobreviven los últimos descendientes   de los indígenas paeces, a quienes según los estudios de la arqueología, pertenecen   todas estas reliquias. Esta zona presenta importantes   vestigios arqueológicos, principalmente por sus hipogeos de grandes   dimensiones excavados en la roca.|  |  | paredes ovales | 
 Con techo plano abovedado, planta elíptica u oval y   columnas sueltas y paramétricas, constituyeron un ejemplo de arquitectura   funeraria única dentro del arte precolombino.
|  |  | columna suelta en el centro de la arquitectura funeraria |  
 Decoradas con pintura roja, negra y blanca, con   figuras y rostros geométricos, en su interior se encuentran las urnas   funerarias para entierros secundarios dentro de los cuales colocaban los   restos óseos. Estas, de forma semiglobular y borde revertido, con decoración   incisa empastada, aparecen decoradas con lagartijas y serpientes, hay platos,   ollas, trípodes, vasijas y cuencos, suelen ser de color negro, café y rojo   oscuro. 
 En   Tierradentro, entre el masticar de la coca y el hilar del   huso, los paeces de nuestros tiempos dibujan el paisaje que envuelve la   cultura de sus antepasados y ahí, trasegando y sin quererlo, marcan un   parangón entre lo que les dejaron los años y lo que les trajo esta nueva   civilización. 
 
Mientras   se desciende hasta lo   profundo de cada tumba la admiración y el respeto crecen. Una maravilla   arquitectónica queda al descubierto y un sinnúmero de escalones en medio de   la  tierra, repletos de detalles, llenos de talento hacen indescifrable   y complican mucho más los enigmas que protegen a los antiguos moradores de   Tierradentro. Son las salamandras talladas con cincel en las paredes,   los nichos revestidos de colores en el centro de la tierra, el rojo de la   vida, el negro de la muerte, el mito de la serpiente en todas partes, las   máscaras talladas en las paredes de las tumbas, la distribución de las   columnas que cumplen fielmente la misión de sostener la obra en los siglos y   en el tiempo.|  |  | Techo plano, columnas sueltas en grandes dimensiones | 
|  |  | Dibujos en hipogeos |  
Ahí están   el sapo, el caimán, la vasija de barro, el chorote de la chica, la piedra   pulimentada y todo lo que supieron captar de la naturaleza.|  |  | tumba subterránea, esculpida en roca |  ¿En qué época vivieron? ¿Quién enseñó tanto detalle? ¿De dónde   venían? ¿Cómo lo hicieron?
 Ni   siquiera, con los datos obtenidos hasta el momento se puede hacer una   historia. Los huesos encontrados en las tumbas, son tan solo polvo, no se   pueden analizar. Las piedras talladas y las tumbas no tienen nada en   común. Es como si las hubieran hecho en dos épocas, dos culturas. En el libro   de recuerdos de los paeces sobrevivientes no se habla de los hallazgos de   Tierradentro. Hasta para ellos es un tabú. Dicen los ancianos que se trata de   un legado de sus enemigos los pijaos, feroces e invasores que se apropiaron   de sus terrenos para dejar en ellos el sueño de sus muertos. Los pijaos eran   indeseables.   Arrasaban tambos, quemaban cosechas, mataban paeces para comérselos. Por eso   nada quieren saber del lugar que por algún tiempo habitaron los pijaos.  
|  |  | Columnas en color rojizo y negro, esculpidas en fondo para dar forma al hipogeo
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Continúa   el descenso a las tumbas y aparecen más interrogantes. ¿Con qué luz   trabajaron, si ni siquiera utilizaron antorchas? 
 De   haberlas usado estarían las huellas en el piso, o los lugares para colocarlas   en las paredes. 
 ¿Sería   aquí donde inició el camino la cultura agustiniana, en donde hicieron las   primeras letras o tal vez fue en las lomas de Tierradentro en el cerro de   Aguacate o en Aguabonita donde vino a padecer su decadencia? 
 El máximo   descubrimiento lo constituye la estatua de dos cabezas encontrada  en Aguabonita, el lugar clave. Un posible   nexo entre Tierradentro y San Agustín. 
 
A la   estatua de dos cabezas llegaron a través del rumor de un indio. El anciano   recordó que en   1916 un guaquero encontró una estatua de dos cabezas y como no   halló oro volvió a enterrarla.|  |  | Estatua de dos cabezas | 
 La   divinidad estaba a tres metros de profundidad. Poco a poco el amoniaco   y otras sustancias que usan los entendidos para limpiar estos hallazgos,   fueron destruyendo los hongos. Cuando llegó el momento y la belleza de la   estatua estaba en su plenitud, todo el pueblo ayudó a levantarla. Fue como un   día de fiesta nacional y la única forma posible de ponerla en pie cuando no   se cuenta con los medios suficientes.  
 La   escultura en piedra, la mujer de dos cabezas, o la representación del bien y   el mal, de la vida y la muerte, del día y la noche, en fin, de una dualidad,   constituye una obra única en América, desde Tierra del Fuego hasta el   Estrecho de Bering. En el tocado de la cabeza parece inspirada en los antiguos egipcios y debido a la perfección de sus facciones, se vuelve   más enigmático, más increíble el descubrimiento arqueológico.  
 En Tierradentro cada día se hace más palpable   que quien ejecutó las tumbas, quien esculpió el caimán, el sapo, o la estatua   de dos cabezas, es poseedor de un cerebro superior.
 
 Ahora las obras mudas hablan por sí solas de   su artista inspirador. | 
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